Por Jorge Rondón Santos.
SEDEVACANTISMO Y SEDEVACANTISTAS
El
término Sedevacantismo deriva de Sede vacante. Sobra decir qué es y por
qué. Todos cuantos estamos en la defensa de la Fe contra el
deuterovaticano concilio usamos ese nombre (aunque algunos no gusten de
él). Sin embargo, no todos los sedevacantistas son iguales. De ahí que
se deriven algunas clases de sedevacantistas, que fueron definidas en
SURSUM CORDA (otras son de nuestra autoría); y citamos a continuación:
Opinionistas.
Los sedevacantistas opinionistas son aquellos que sostienen que la sede vacante es una cuestión de opinión y que la misma no es obligatoria como dogma de fe. Para ellos los católicos no pueden ser obligados a sostener que Ratzinger/Benedicto XVI (hoy Begroglio/Francisco I) es o no Papa, lo que importa es la resistencia contra la Iglesia Conciliar. El opinionismo se basa en la premisa de que es imposible declarar formal y canónicamente la herejía de un Papa y sus sucesores inmediatos en la medida de que éstos sigan a aquel en sus errores, herejía o cisma.
Opinionistas.
Los sedevacantistas opinionistas son aquellos que sostienen que la sede vacante es una cuestión de opinión y que la misma no es obligatoria como dogma de fe. Para ellos los católicos no pueden ser obligados a sostener que Ratzinger/Benedicto XVI (hoy Begroglio/Francisco I) es o no Papa, lo que importa es la resistencia contra la Iglesia Conciliar. El opinionismo se basa en la premisa de que es imposible declarar formal y canónicamente la herejía de un Papa y sus sucesores inmediatos en la medida de que éstos sigan a aquel en sus errores, herejía o cisma.
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El opinionismo sostiene que no es obligatorio reconocer la Sede Vacante ya que no se puede declarar la herejía de un Papa.
Totalistas.
Los totalistas son aquellos sedevacantistas que sostienen que los Papas del Concilio Vaticano II no son verdaderos Papas y que carecen de cualquier poder, sea de orden o de jurisdicción. Se basan principalmente en la Bula Cum Ex Apostotalus para sostener que desde Roncalli/Juan XXIII al presente (algunos desde Montini/Paulo VI) las elecciones fueron absoluta y totalmente inválidas. Los ocupantes del Vaticano no tienen ningún poder, ni siquiera de jurisdicción y por lo tanto la Santa Sede se encuentra total y absolutamente vacante. LEER MÁS.
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